¿En que se parece la mala conducta a un iceberg?
- Ángeles Barragán Galán
- 5 oct 2020
- 3 Min. de lectura

#educacionemocional #inteligenciaemocional #escueladepadres #padresehijos #educacion #comunicacion #empatía #escuchaactiva #padres #pautaseducativas
La mala conducta es como un iceberg.
En principio los icebergs no son peligrosos, siempre y cuando sepamos que hay más hielo del que se ve.
La mala conducta es como un iceberg porque esconde mucho tras de sí. Y también puede resultar peligrosa si no somos capaces de ver lo que hay debajo.
Si, digo peligrosa, porque si tratamos de corregirla sin descubrir lo que hay debajo, salen a flote otras conductas que no entendemos, que nos confunden y que nos hacen perder la pista de lo que verdaderamente está ocurriendo, y al final naufragamos.
¿Sabes que tenemos la mala costumbre de no relacionar las cosas?
Yo creo que es porque a veces se activa la culpa. Y la culpa no deja pensar.
A lo mejor a tí te pasa, y es por ello que cuando tu hijo se porta mal, sólo te fijas en su comportamiento.
¿SÍ?
Entonces seguro que NO te preguntas por qué lo hace, qué lo causa, qué sentido tiene, qué te quiere transmitir con ello, o si tiene que ver contigo.
Es probable que no repares en que todos los que están a su alrededor la afectan y le influyen, y que ahí puede estar la clave de su mal comportamiento. Pues todo ello es la parte del iceberg que no se vé.
Y cuando no se vé, puedes terminar pensando que tu hijo es un niño inquieto, o que quizás tenga déficit de atención, o que tiene mal carácter, o que es muy caprichoso, o que es muy introvertido, o que es un contestón, o que… En fin, que no entiendes nada.
Pero seguro que te esfuerzas en corregirle, en enseñarle modales, en castigarle si hace falta, en fin, todo, menos preguntarte cual es la razón de su enfado, de su despiste, de su mala cara...
Y claro, todo esto hunde a cualquiera. Pero además a todos, porque si no ves lo que hay debajo, no podrás resolver la situación.
Porque es verdad que cuando hay una mala conducta, algo pasa y algo hay que hacer.
Pero el comportamiento del niño no es más que la señal de alarma de que algo ocurre en la relación con las personas que tiene a su alrededor. Y si no actuamos ahí, naufragaremos.
Como padre o como madre, estoy segura que haces lo que puedes, lo que sabes, y lo que crees que es mejor.
Pero ello no significa que estés siempre acertado. Asi es que tienes que pararte a observar, reflexionar, y pensar sobre el resultado de tus acciones.
Cuando tu hijo se porte “mal”, pregúntate qué te quiere decir con su comportamiento, si es por algo qué haces, o dices, si está sometido a mucha presión, o se siente injustamente tratado, o si tiene celos de sus hermanos, o tiene algún conflicto con los compañeros…
Y recuerda que, cuando un niño se siente bien, se porta bien, pero si se siente mal, lo expresa portándose mal.
Acostúmbrate a mirar debajo de la superficie. Ahí están las respuestas.
Y si no estás seguro de cómo hacerlo, yo puedo ayudarte.
Trabajo con padres comprometidos con comprender y entender lo que se esconde bajo la superficie del comportamiento de sus hijos para así saber, cómo hablar con ellos y establecer una buena comunicación que les permita entenderse y sentirse conectados. Para estos padres la visión que tenían de la paternidad da un giro de 180º y adquieren recursos educativos que facilita el desarrollo de sus hijos y la armonía familiar.
Si quieres ser uno de ellos agenda una llamda conmigo. La llamada es gratuita y no compromete a nada.
Estoy deseando contarte todo lo que sé y que ya ha ayudado a muchos padres.
Ángeles Barragán Galán Psicóloga Clínica, Coach Familiar y Orientadora Escolar.
angeles@angelesbarraganpsicologa.com
Comments