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Una de las cuestiones más importantes para el profesor de un grupo de alumnos, tengan la edad que tengan, es tener en mente a la clase como un todo. He oído hablar mucho sobre la necesidad de una educación individualizada que permita tener en cuenta las características particulares de los alumnos en cuanto a su estilo de aprendizaje, sus capacidades, su personalidad y que se adapte al ritmo de aprendizaje de cada alumno. Sin embargo, apenas he oído hablar de entender a la clase como un todo. ¿Y eso qué significa? ¿Tiene algún beneficio para el aprendizaje?
Entender al grupo de clase como un todo va más allá de entenderla como una suma de alumnos. El grupo tiene dinámicas propias y ejerce una presión sobre todos los miembros para que funcionen al unísono. El reparto de los roles dentro del grupo es un ejemplo de ello. Todos, absolutamente todos los estudiantes tienen, en mayor o menor grado, miedo al fracaso o dudan de si su capacidad será suficiente para alcanzar los objetivos del curso. No es fácil ni cómodo convivir con este tipo pensamientos y con las emociones que se desprenden de ellos como pueden ser ansiedad, inseguridad,temor. El grupo busca entonces quién puede realizar esta función por todos. Sí, efectivamente, como ese juego en el que alguien salva a todos diciendo "Por mi y por todos mis compañeros" y los libra de ligarla.
Hay muchos candidatos disponibles para ocupar ese rol y el grupo puede encontrarlo entre los primeros que se quejen de no entender algo o entre aquellos a los que el profesor llama la atención por no atender. El grupo entero detecta y asigna los roles. Evidentemente de manera total y absolutamente inconsciente, claro. El "despistado", el "que no se entera de nada", va a ejercer una función para todo el grupo. La ansiedad de no saber queda depositada en él y así el resto, repito que inconscientemente, pueden sentirse hábiles, capaces y seguros. Lo mismo ocurre con las demás funciones, el que protesta, el que cuestiona a la autoridad, el buen alumno, el inteligente, el chistoso... A veces, puede incluso ser el profesor el que ejerza un rol para todo el grupo.
Conocer esto es esencial tanto para el profesor como para los alumnos. No es nada fácil pasarse un curso cumpliendo una función para la clase, incluso aunque sea el rol del "Inteligente", porque el alumno que lo ejerce no puede permitirse dudar, fallar, cometer errores, y se le exige un grado de excelencia difícil de alcanzar. Para el profesor es esencial saber manejar bien estos aspectos para ayudar a salir a sus alumnos de los roles, y para no verse empujado él mismo, a tener visiones parciales de los alumnos, porque ese es el gran problema. El alumno que protesta podría terminar siendo etiquetado como "el rebelde" y ya no ver más de él. Aunque sea el único que siempre protesta no es el único que no está de acuerdo con el profesor. Todos en la clase querrían protestar, pero no les hace falta hacerlo pues ya lo hace "el rebelde" por ellos, y la presión para que lo siga haciendo es enorme.