Aunque no lo creas, el inglés no es el idioma universal. No, no es el idioma que permite comunicarte en cualquier situación. No, no es el idioma que te facilita la vida, que te hace que todo sea mucho más sencillo, que te evita problemas y contratiempos. Bueno, o al menos, no es el único. ¿Qué no estás de acuerdo? Te entiendo, pero es que quizás no sabes que el idioma que verdaderamente sirve para comunicarnos, y muy especialmente con los niños y adolescentes, es el lenguaje emocional. Y si no lo sabías, quizás te pase como a muchos padres que se sienten desconcertados y perdidos porque no saben cómo conectar, como comunicarse con sus hijos. Muchos me cuentan que hay veces que todo, absolutamente todo, hasta lo más banal, puede convertirse en una batalla campal. Agotador, ¿verdad? Sí, y desesperante también. Algunos comentan que hay veces en que todo es tan difícil, que se preguntan en qué momento se les ocurrió pensar en tener hijos, o desean que llegue el lunes para irse a trabajar, todo esto aderezado con el consiguiente sentimiento de culpabilidad. Sí, es que a veces es como si convivieras con un japonés en casa, pero ni tú sabes japonés, ni él español, claro ¡Imposible comunicarse! Pero… ¿Te imaginas lo que sería ser capaz de lidiar con las rabietas en cualquier lugar, en cualquier momento del día? ¿Te imaginas lo que sería lograr que cada uno se hiciera cargo de sus cosas sin tener que repetirlo mil veces, sin gritar, sin tener que amenazar o castigar? ¿Te imaginas que supieras cómo hablar y qué decir a tus hijos cuando están enfadados, tristes, decepcionados, alterados? O ¿tremendamente activos y exaltados? ¿Y resolver conflictos? ¿Te imaginas lo que podría ser que supieras cómo ayudar a tus hijos a lidiar con la rivalidad, por ejemplo? Pues sí, el principal problema que se crea en la relación con los niños y adolescentes es que no hablamos el mismo idioma. Así de simple. Sin embargo creemos que sí lo hacemos, porque todos, absolutamente todos los padres cuando les pregunto sobre ello, me dicen que hablan muchísimo con sus hijos. Y me consta, pero hablar, no significa necesariamente comunicarse. ¿Sabes por qué? Pues, porque tú hablas con el idioma del hemisferio izquierdo del cerebro, que es el idioma de la lógica y de la razón. Porque, ¿acaso no es lógico todo lo que les pides? Pues sí, sí lo es. Pero ellos hablan otro idioma, hablan el idioma del del cerebro emocional, en el que la lógica y la razón no tienen cabida. El idioma emocional tiene características especiales y a veces es un poco difícil de entender. Es el idioma de los extremos, del todo y el nada, un idioma que no conoce la espera, ni la lógica, ni la diferencia. Así es que este es el problema de comunicación con tus hijos, tú hablas desde lo lógico-racional y ellos desde lo emocional. ¿Querrías aprender este idioma, verdad? No me extraña, porque eso de hablar en otro lenguaje genera una distancia con ellos que duele dentro, porque son tus hijos, porque quieres educarles, porque quieres enseñarles, porque los quieres, pero nada, a veces parece que todo se alinea en tu contra. No desesperes porque puedo ayudarte con ello. Esta semana tengo abiertos varios huecos en mi agenda, antes de que empiecen los colegios, antes de que tengas mil cosas que atender, para que podamos hablar con tranquilidad y sin compromiso. Si estás interesado, si quieres verdaderamente saber qué es esto de la comunicación efectiva con tus hijos, si quieres dominar el lenguaje emocional, porque no quieres que tu familia se parezca a la torre de Babel, agenda en el siguiente enlace una llamada conmigo:
Una de las cosas que más me apasionan de mi profesión es hacer fácil lo que parece difícil, y ayudar a los padres a que recuperen la confianza en sí mismos. Por cierto, que esto también sirve para comunicarte con todas aquellas personas que aun siendo adultas, no son para nada lógicas. Y no olvides completar el formulario: https://angelesbarragan.typeform.com/to/b5Dw2wCc ¡Te espero con ilusión!
Ángeles Barragán Galán
Psicóloga Clínica, Coach Familiar
y Orientadora Escolar.
Col. M-8939
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